Un quemador es un dispositivo que mezcla el combustible con el aire en la proporción adecuada para lograr una combustión controlada y producir energía térmica. Es un componente esencial en calderas industriales, hornos, secadores y en numerosos sistemas de calefacción. Puede funcionar con gas natural, GLP, diésel, fuel-oil o biogás. Comprender cómo funciona un quemador es fundamental para garantizar un funcionamiento seguro, eficiente y estable.
La función principal de un quemador es mezclar el combustible con el aire y encender la mezcla en condiciones controladas para generar una llama eficiente. Este proceso se desarrolla en varias etapas.
Al arrancar el quemador, el sistema de suministro de combustible se activa dependiendo del tipo de combustible utilizado:
El combustible se envía con precisión a la boquilla o a las salidas de gas del quemador.
El quemador incluye un ventilador que proporciona el aire necesario. La cantidad adecuada de aire es crucial: un exceso de aire reduce la eficiencia; una cantidad insuficiente provoca hollín y monóxido de carbono.
Dentro del quemador, el combustible y el aire se mezclan en una proporción óptima. Una mezcla homogénea garantiza una combustión completa, estable y de alto rendimiento.
El encendido se realiza normalmente mediante un electrodo de alta tensión que genera una chispa, la cual enciende la mezcla de aire y combustible, creando la llama en la cámara de combustión.
Los quemadores modernos supervisan continuamente la presencia de llama mediante sensores de seguridad como:
Si no se detecta una llama, el quemador se apaga automáticamente para evitar riesgos.
Los quemadores modulantes ajustan su potencia según la demanda de calor del sistema. Esto permite:
Los quemadores pueden clasificarse por el tipo de combustible o por su modo de funcionamiento.
Funcionan con gas natural o GLP, ofreciendo una combustión limpia, eficiente y con bajas emisiones.
Queman diésel o fuel oil. El combustible se atomiza en partículas finas antes de quemarse. Algunos sistemas requieren precalentamiento.
Pueden trabajar con gas o con combustible líquido, lo que proporciona flexibilidad en función del costo o de la disponibilidad del combustible.
Ajustan continuamente el tamaño de la llama en función de la demanda térmica, logrando la máxima eficiencia energética.
El quemador es un elemento clave en todos los sistemas de generación de calor. Al mezclar y quemar el combustible de manera controlada, se garantizan una combustión eficiente, el ahorro de energía y una operación segura. Desde calderas industriales hasta sistemas de calefacción, los quemadores desempeñan un papel fundamental en los procesos térmicos modernos.